El uso y el abuso de las herramientas que
ofrece la publicidad es otro de los elementos que afecta de manera
significativa nuestro espacio público, Bogotá es el centro urbano más
importante de Colombia, con casi ocho millones de personas que actúan como
oferentes y demandantes es el mejor escenario para el desarrollo de los
sectores de producción y servicios, razón por la cual a lo largo y ancho de
nuestra ciudad encontramos diversas campañas publicitarias y estrategias de
mercadeo que van desde las más elaboradas, diseñadas por especialistas, en las
cuales se invierten millones de pesos,
hasta las más modestas que desarrollan de manera empírica miles de
emprendedores formales e informales a muy bajo costo.
En un mercado como el que ofrece Bogotá no
todo es color de rosa, la competitividad esta a la orden del día y no todos los
proyectos de emprendimiento llegan a posicionarse satisfactoriamente en el
mercado, razón por la cual todos los encargados de sacar adelante estas
iniciativas enfilan baterías para lograr sus propósitos haciendo uso intensivo
de herramientas publicitarias.
La Publicidad se centra en “la creación de
nuevos materiales y estrategias de diversas cualidades que ayuden a la
promoción de todo tipo de productos y servicios, con las grandes dificultades
que eso conlleva, sobre todo la gran saturación que tiene el mercado de la
publicidad hoy en día”1 . Sea cual sea el resultado de la dinámica económica,
de quienes ganan o pierden, no podemos olvidar que el escenario en el cual se
libra esta batalla es Nuestra Ciudad y por lo general esta situación la
convierte en la gran perdedora.

Tan perjudiciales pueden resultar algunas
actividades publicitarias que han tenido que ser reguladas, lo que ha llevado a
la prohibición del ejercicio de esta actividad en determinadas condiciones, por
ejemplo:
El problema se agrava porque la publicidad
exterior ofrece muchas ventajas, se hace a muy bajo costo, su duración es
prolongada, genera un número significativo de impactos, se ubica en lugares
estratégicos con alto flujo de personas y se llega al segmento poblacional deseado
gracias a la diferenciación en las zonas de la ciudad. Estas características
motivan a los anunciantes de todo tipo a competir por lugares estratégicos para
hacer publicidad con o sin autorización,
haciendo intenso uso de espacios como postes, paredes, rejas y fachadas de la
ciudad, entre otros, bien sean públicos o privados.
La
suma de estas actividades de mercadeo finalmente constituyen un problema
de contaminación visual y deterioro del espacio público porque la importancia y
utilidad de algunos lugares hace que se sobre utilicen y se vean caóticos,
además de sucios, lo que es mal visto por los ciudadanos, para quienes estas
prácticas representan uno de los males que aquejan la ciudad.
Osmith Jacome Clavijo.
Osmith Jacome Clavijo.
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